Quiero llenar de palabras mis labios. Soltar de algún modo
mis pensamientos, mis sentires. ¿qué?
Nunca habrá algo más bello que el silencio para el alma
afligida.
En el silencio llora sin lágrimas sin ser perturbada.
En el silencio se encuentra consigo misma.
En el silencio pierde toda noción de tiempo.
En el silencio el ayer el hoy y el qué sé yo se funden en
algo que no se explica como algo, sino por lo que provoca… tal vez culpa, miedo
tal vez, pero invariablemente evoca algo…
Tengo cansancio de días, de horas, tengo peso sobre los cabellos. Peso que no soporta mi cuello, peso que se carga sobre mi corazón. Todos los cabellos de mi cabeza se han engrosado, han aumentado su carga sobre mi piel, se han vuelto escurridizos y tristes, aunque suaves y felices.
Quisiera poder deshacerme de ese peso… removería cada
cabello de raíz si con eso quitara el peso que me hace inclinar la cabeza hacia
un lado, hacia delante, sobre la almohada.
Canto a veces. Melodías salen a veces. A veces quisiera que fueran más dulces, otras más fuertes, pero al menos son melodías. No las mejores, pero mías, y únicas en su tipo, por eso son mis mejores melodías, porque son mías, porque tú me las diste.
¿Quién es ese tú, me dice?
No sé, podría decirle, no sé.
¡Qué mentira!
Sé perfectamente quien es.
¿Quién es? Dice.
Y digo: Él es mi todo. Mi Dios.
Escrito en Octubre de 2008
Escrito en Octubre de 2008
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